Hoy yo elijo motivarme, ¿y tú?




La desmotivación es algo que aparece cada vez que se pretende alcanzar una meta. A mí me pasa muchas veces y lejos de torturarme lo utilizo de señal para avisarme que debo tomar acción. Me sirve de aviso para recordarme que algún ingrediente de mi gran plato a elaborar que es mi meta lo estoy utilizando en muy pequeñas dosis. 


Sin lugar a dudas, la automotivación es uno de los pilares más importantes que sostiene mi productividad, por eso debo estar pendiente para cuidarla y conservarla.

¿Y que hago cuando aparece la desmotivación? 


 Me siento en el sofá de casa con mi libreta de sueños y mi bolígrafo de colores, y empiezo a recordar el porqué estoy trabajando en mi proyecto. Enumero porqué elijo completar esas tareas pendientes, los objetivos, y anoto todos mis logros que me llenaron de satisfacción personal y profesional.


De esa libreta arranco un papel y hago un gran avión, el cual recargo de imaginación y con él vuelo hacia el futuro. Como si estuviera viendo una película, me veré cumpliendo los objetivos, como será mi vida al hacer mi meta realidad, ¿Qué sentiré?, ¿Con quien compartiré ese momento?, ¿Qué valor le dará a mi vida?......en ese vuelo seré optimista y sobre todo creeré en mí.


Ya!! Ya se que diariamente surgen problemas, aunque por que no mirarlos desde el agradecimiento.....quizás me inciten a la búsqueda de una nueva oportunidad y a moverme en la dirección adecuada para conseguir mi meta. 


A pesar de todo, siempre decido disfrutar de lo que hago y voy a agradecerme y celebrar cada problema resuelto y cada pequeño objetivo cumplido. No quiero festejar solo la “guerra”, también celebraré cada una de las “batallas”. 


Y noooo.....no voy a trabajar las veinticuatro horas porque descansar es necesario y si no me cuido, llega un momento en el que me saturo de tal forma que mi mente queda nula, se cierra a futuras soluciones y es ahí donde debo hacer un alto en el camino y meditar y ver que estoy haciendo mal para desecharlo.

Por eso, cada día paseo un rato, voy a trabajar en bicicleta y me dedico quince minutos a meditar. Este año descubrí la pintura para “vaciar” mi mente y cada semana juego a ser actor.


Ahhhh!!! Algo importante es ser ordenado. Para mí es algo fundamental no abarcar demasiados objetivos. Cada mañana priorizo en función de lo importante para mí en ese momento, para no perderme en aquellas cosas urgentes que me sacan de mi camino o que gastan parte de mis bolas de  energía diarias. 


¿Un truco más para automotivarme? Uso el sistema de fragmentación para cuando me veo encerrado en una gran tarea. Para ello, fragmento o divido esa “gran tarea” en partes más pequeñas y resuelvo cada parte como si fuesen “pequeñas tareas”. A medida que vaya avanzando en el plan de acción tendré la motivación  necesaria para seguir adelante. Por supuesto me premiaré por cada “pequeña tarea” conseguida.


Lo más importante para disfrutar de este plato, es saber que si la desmotivación permanece no voy a flagelarme y castigarme por ello todos los días. Me siento en el sofá, agarro mi desmotivación y paso con ella la tarde. Quizás hoy sea un día que tenga que ocurrir así, así que le quito importancia y lo que queda del día haré lo que pueda para acabarlo con plenitud. Lo importante no es lo que hice ayer porque seguro que lo hice con la mejor intención y de la mejor manera que supe, lo importante es lo que haré mañana porque tendré una nueva oportunidad.



Y tú, ¿cómo te motivas?....Cuéntanos tu receta

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